domingo, 15 de enero de 2012

Esas mujeres...

"¿No habéis encontrado nunca en vuestra vida una mujer que os ha hechizado durante un momento y que luego ha desaparecido? Estas mujeres son como estrellas que pasan rapidas en las noches sosegadas del estío. Habréis encontrado una vez, en un balneario, en una estación, en una tienda, en un tranvía, una de esas mujeres cuya vista es como una revelación, como una floración repentina y potente que surge desde el fondo de vuestra alma. Tal vez esta mujer no es hermosa; las que dejan más honda huella en nuestro espíritu no son las que nos deslumbran desde el primer momeno...
Vosotros entráis en un vagón del ferrocarril u os sentáis junto al mar en un balneario; después vais mirado las personas que están junto a vosotros. He aquí una mujer rubia, vestida de negro, en quien vosotros no habéis reparado al sentaros. Examinadla bie: posad los ojos en su pelo, en su busto, en su boca, en su barbilla redondeada y fina. Y ved cómo vias descubriendo en ella secretas perfecciones, cómo va brotando en vosotros una simpatía recia e indestructible hacia esa desconocida que se ha aparecido momentáneamente en vuestra vida.
Y será solo un minuto; esta mujer se marchará; quedará en vuestra alma como un tenue reguero de luz y de bondad; sentiréis como una indefinible angustia cuando la veáis alejarse para siempre... ¿Por qué? ¿Qué afinidad habia entre esta mujer y vosotros? ¿Cómo vais a razonar vuestra tristeza? No lo sabemos; pero presentimos, vagamente como si bordeáramos un mundo desconocido, que esta mujer tiene algo que no acertamos a explicar, y que al marcharse se ha llevado algo que nos pertenece y que no volveremos a encontrar jamás.
Yo he sentido muchas veces estas tristezas indefiibles; era muchacho;en los veranos iba frecuentemente a la capital de la provincia y me sentaba largas horas en los balnearios, junto al mar. Y yo veía entonces, y he visto luego, alguna de estas mujeres misteriosas, sugestionadoras, que, como el mar azul que se ensancha ante mi vista, ne hacía pensar en lo Infinito."

"LAS CONFESIONES DE UN PEQUEÑO FILÓSOFO" AZORÍN.

sábado, 14 de enero de 2012

Azorín

"No hay dos puertas iguales: respetadlas todos. Yo siento una profunda veneracion por ellas; porque sabed que hay un instante en nuestra vida, un instante único, supremo, en que det´ras de una puerta que vamos a abrir está nuestra felicidad o nuestro infortunio..."