lunes, 14 de marzo de 2011

Oscar Wilde

No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mi mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario